Buenas empfreaks, 😀 (Emprendedores freaks)
Mi nombre es Enrique Sánchez Sumozas. Nací el 23 de Julio de 1990 en Ciudad Real, Provincia de Castilla La Mancha, España. Para aquellos que anden un poco más bajos en el nivel de geografía 😛 Mis padres son médicos y tengo una hermana un año más pequeña acabando lo mismo.
Soy graduado en Ingeniería de Telecomunicación, profesión o estudios en los cuales por ahora no he ejercido, y quien sabe si lo haré.
Doy gracias a aquel profesor que en cuarto de carrera acabó de despertarme el afán emprendedor y que nos obligo casi a apuntarnos a una iniciativa de la Universidad en colaboración con Tetuan Valley, el programa Startup Mentor Program. Me consideró desde entonces una persona emprendedora, con ganas de hacer algo grande y que deje huella a lo largo del tiempo, y sí puede ser que deje dinero, mejor que mejor, que para eso estamos.
Tengo interés por: telecomunicaciones, tecnología, emprendimiento, innovación, startups, inversión, estrategia, medicina, deporte y psicología. Actualmente soy el CEO de la marca, primero de los negocios en los que estoy y actual dueño de una marca náutica (www.anchelor.com)
Y vengo a contaros la historia de una marca más que freak, algunas de las estrategias utilizadas, y todo lo que he aprendido, triunfos y fracasos, a lo largo de este tiempo… Vamos a partir de la base de que el que empieza algo así, intenta alinear los planetas para conseguir su objetivo.
DEJEMOS DE HABLAR DE MÍ Y COMENZEMOS
- Septiembre de 2013.
Entrenaba a nivel de competición, jugaba torneos todos los fin de semana, jugaba en la federación madrileña y no tenía un lugar fijo, si no que iba por los diferentes clubs de la localidad de Madrid. Es entonces cuando observé que de manera poco usual iban apareciendo ciertos jugadores profesionales y monitores con palas de padel completamente lisas, de un sólo color y sin un diseño ni marca en la misma.
Quizás un poco como capricho, me encuentre en la situación de una necesidad ser único, de tener algo distinto en lo existente, y quería una de esas palas de padel, que no se vendían en ningún lado. Posteriormente a mi primera observación, y después de una exhaustiva búsqueda sabría que son prototipos de modelos de palas, que las marcas fabrican para testar nuevos materiales y las cuales prueban los diferentes jugadores y monitores experimentados para dar cierto feedback de estos nuevos modelos.
Comienza entonces mi búsqueda por todos los medios necesarios para saber quien puede proveerme de alguna de estas palas. Empiezo a usar la herramienta más potente de la que dispongo, y a la que todo el mundo tiene acceso, Internet. Empiezo buscando por portales de compra como Amazon, Milanuncios, Segundamano, Ebay… Con resultado nulo. Comienzo entonces la búsqueda de fabricantes de palas de padel en España. Me piden cantidades de fabricación de 200, 300 o 500 unidades, cosa poco accesible. Era estudiante y no disponía de ningún tipo de financiación más que mi “paga” mensual de 150€/mes para mis gastos, y yo buscaba comprar 1 o 2 unidades.
Después de preguntar por España, y recibir respuestas negativas. Empiezo mi búsqueda internacional, paso por Pakistán, en el cual el problema de las cantidades es más o menos igual, y bueno, comentario destacado, donde el nivel de Inglés es nefasto 🙂 y acabé en China, donde casualmente doy con una fábrica que tras intercambiar alrededor de 250 mails, me deja hacer un pedido de 20 unidades de palas que “tiene por ahí”.
Llega el momento en el que me replanteo que quizás 20 unidades no es tanto, y busco un amigo, que posteriormente será mi socio y actualmente ex-socio, que quiera compartir mi locura y sobre todo los gastos. Ponemos dinero y hacemos el pedido. El pedido esta compuesto por 12 palas de distintos tipos en colores lisos, y por 8 palas de una marca conocida, la cual no nombraré, con saltos de pintura de pintura y defectos de fabricación, con las cuales pensábamos sacar algo de beneficio, para costear el resto del pedido.
- Noviembre 2013
Recibimos este primer pedido. Probamos las palas, y de las 12, hay un modelo que a los dos nos llama la atención, casualmente el mismo y nos sorprende por la comodidad de juego. Cogemos 2-3 palas cada uno del total de 12, y nos ponemos a vender las otras.
En menos de 7 días nos hemos quitado las palas lisas, mientras que las 8 de la marca conocida que era con lo que pensábamos cubrir gastos, no habíamos vendido ni una. Vemos una oportunidad de mercado en las palas lisas, por su simpleza y valoramos la opción de poder encargar al fabricante chino 20 palas más, del modelo al que ambos nos había gustado. Cierto y verdad que estábamos testando el producto y validando nuestro MVP con clientes reales y casi las regalábamos, pero nos dimos cuenta de gustaban y mucho.
Volvimos a hacer otro tercer pedido de 20, empezamos a vender por los portales de venta de Milanuncios, Segundamano a sitios de toda España. Utilizábamos una táctica, muy simple, la pala se parecía al modelo de una marca conocida, y únicamente le faltaba la última capa de pintura.
En muy poco tiempo, me fui convirtiendo en el chico de las palas negras. Hasta el punto que no me gustaba el “apodo” adquirido. Fue el punto de inflexión en el que le dije a mi amigo, la necesidad de la creación de una marca pero claramente marcando la línea del producto inicial y porque nos gusto desde el principio, un completo minimalismo.
El nombre Padelfreak de la marca, venía de su parte, siempre le había gustado ese nombre alrededor del padel, siempre había sido un “friki” del padel y dicho nombre transmitía muchos valores que no había en el mundo del padel. El logo es la segunda historia cuando ya tienes el nombre, comenzó siendo la P invertida y la F, fue una idea que a ambos desde el principio nos gusto, pero como todo empieza, con una tipología de letra muy recta, fea. La gente nos decía que parecía un hierro taurino. El color dorado venía de ser un color neutro, unisex y a la vez un color elegante para todo el mundo.
Respondíamos al mercado, a la exigencia y a sus gustos de manera ágil y rápida, cosa muy importante en el mundo actual que vivímos. Por lo cual, lo primero fue buscar otra tipología que transmitirá más fuerza.
Posteriormente el logo quedaba algo incompleto a mi gusto. Necesitaba algo alrededor. Yo había sido tuitstar o influencer en Twitter, con un personaje que era una super heroína. De ahí mi inconsciente después de probar muchas formas geométricas, utilicé la forma del diamante del logo de superman.
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To be continued…. 1/∞